lunes, 15 de octubre de 2012

Empezar Desde Cero

LA SEGUNDA HISTORIA QUE OS VOY A CONTAR...

Quiero dar las gracias a aquellas personas que desde algún lugar de la Tierra estáis leyendo esto, por remoto que sea ese lugar. 

La siguiente historia que os voy a contar, la escribí hace casi ya dos años. Esta historia tiene mucho que contar. Originalmente nació porque buscaba dos nuevos personajes para el roll en el que me encontraba yo en aquella época. A partir de esta idea primitiva, más tarde se me ocurrió añadir más personajes dentro del juego pero, por mi apretada agenda y el poco tiempo del que disponía en aquel entonces decidí dejar el roll. Posteriormente, al aburrirme extremadamente en clase, empecé a escribir una larga historia en la que aparecían los 7 personajes principales que había creado para el roll y que utilicé un tiempo. 

Aquella historia que empecé a trabajar en las clases me absorbía. Mi compañera de mesa, se pasaba las clases leyendo lo que yo redactaba y me cubría con los profesores. Esto no molestó para nada a mis estudios ya que yo estudiaba igual aunque no atendiese en clase. Al terminar el curso, yo dejé de escribir y únicamente di el paso de pasar el principio de la historia al Word. Para mi sorpresa, a principios de este verano, encontré aquellos borradores que hice entre carpetas almacenadas en mi estantería. Leí todo lo que compuse y todavía me seguía pareciendo una gran historia a pesar del gran tiempo trascurrido sin continuarla. Casualmente, aquellos días me encontraba muy creativa e inspirada. Decidí que esa historia no tenía que morir sin ser acabada. Así que empecé a sacar creatividad de todos lados y cambié algunas cosas de la historia, incluyendo el principio original que escribí un año y medio atrás.
Lo que os voy a dejar hoy en el blog, es el principio original de la historia que a día de hoy se encuentra en proceso de creación con un principio alternativo a este. 
¿Quién no ha sido nuevo alguna vez? ¿Quién no ha vivido experiencias nuevas en un lugar desconocido?
Aquí os dejo con Empezar Desde Cero [ Título original, actualmente cambiado].



             EMPEZAR DESDE CERO

Para mi había sido un cambio muy radical mudarme a Springslife en pleno curso escolar. Las circunstancias que habían forzado esta situación eran la separación de mis padres de mutuo acuerdo, y el nuevo trabajo que había obtenido mi madre en una pequeña ciudad. Para mí, este cambio significaba tener que dejar mi vida social y a mis amigos de toda la infancia atrás, como un simple recuerdo de mi vida anterior. Lo que más me desagradaba era la lluvia, las cosas frías y oscuras no me gustaban. Para disgusto mío, aquella ciudad con los suficientes habitantes para llamarla así, era un charco. 




Me mudaba a un lugar donde casi todos los días estaban nublados y llovía constantemente. Íbamos en el coche de camino hacia allí. Mi madre fue la primera en romper el largo silencio de todo el viaje:

-       Chicos, solo nos quedan cinco minutos para llegar a nuestro nuevo hogar. – nos comenta emocionada a mi hermano y a mí-.
-       Tengo ganas de ver la nueva casa mamá, seguro que es más grande que la anterior. – digo fingiendo una mínima alegría para que mi madre no se sienta culpable de mi estado de ánimo-.
-       Seguro que os va a gustar, os lo aseguro. En la planta baja tiene el recibidor, un salón enorme, la cocina, un baño, la despensa, el comedor y mi despacho para trabajar en casa. En la planta de arriba están las habitaciones: la tuya Beth, la de Jack, la mía y dos para los invitados. Al fondo tiene un segundo baño.
-       Ojalá me guste mi habitación. –añado ilusionada-.

Yo había perdido demasiadas cosas de un día para otro, por lo tanto me iba a costar acostumbrarme a la nueva vida que iba a llevar a cabo. Para sorpresa mía, a mi hermano Jácker parecía no afectarle en absoluto, o al menos lo disimulaba bastante bien. Jácker es mi hermano mayor, tiene diecisiete años. A cualquiera que le dijésemos que éramos hermanos se echaba a reír debido a las nombrosas diferencias que nos distinguen. En un entorno coloquial le llamamos Jack. Él es muy alto, cabello moreno teñido en forma de cresta, ojos azules cristalinos y sonrisa traviesa incluso a veces, malévola. Es muy pálido y siempre va de negro. Tiene un carácter pasota y es muy independiente pero, me apoya incondicionalmente. Yo en cambio, tengo quince años. Me llamo Elisabeth, pero normalmente me acortan el nombre a Beth. Soy rubia natural, aunque desde hace un tiempo me tiño de rojo anaranjado. También uso lentillas y visto de colores alegres.

 Cuando me di cuenta, ya habíamos llegado a la nueva casa. Salimos del coche a toda prisa y cada uno abrió su paraguas. Cogimos algunas cajas que llevaba mi madre en el maletero del coche y las llevamos a dentro de la casa. Cuando entré por primera vez observé un ambiente cálido y hogareño en el salón. La casa tenía mucha luz a pesar de ser un día lluvioso, lo que le daba vida y alegría al compararla con el exterior.

-       Mamá, me gusta mucho la casa, más de lo que me esperaba, sinceramente. –digo sorprendida-.
-       Pasable en mi opinión –murmura Jack-.
-       Me alegro de que os guste, es de las más grandes que había disponibles por esta zona.-dice satisfecha-.
-       No es el palacio de Buckingham, pero sobreviviré.-dice Jack en tono burlón-.
-       Jack, todos los que te conocen saben que tú, con vivir en tu cubo de basura te conformas. –digo satisfecha de mi casi victoria asegurada-.
-   Si lo dices por mi habitación antigua hermanita, te aseguro que esta la cuidaré para que esté de limpia como los chorros del oro. –dice Jack haciéndome una pequeña reverencia-.
-       Eso espero Jack.- dice nuestra madre al dejar en el suelo una caja sin desembalar-.
-       Sinceramente no creo que sea capaz de mantenerla impecable más de un semana.-digo soltando una pequeña risita-.
-       Eso lo veremos pequeña.-dice Jack cerrando el tema de conversación-.
-       Bueno chicos, basta de tanta charla. Beth, Jack, id a vuestra habitación. Allí están las demás cajas. Poned orden en vuestras habitaciones y de aquí a unas horas pediré una pizza para cenar. –ordena nuestra madre-.
-       Vale, hasta de aquí a unas horas. –contesto despidiéndome de mi madre mientras Jack se marcha-.

Arreglamos varias habitaciones y cenamos pizza tranquilamente. Después de unos días, Jack y yo teníamos ya todos los libros y materiales necesarios para inscribirnos en el institutito. Yo iba a cursar cuarto de ESO y mi hermano iba a empezar primero de bachiller. Para nuestro pesar, el curso ya estaba a mitad. Esto suponía tener que ponerse al día en todas las asignaturas, tarea casi imposible si no eres un alumno muy aplicado. Nos inscribimos en el instituto Laine Secondary School, que casualmente lo habían abierto hace unas semanas a las afueras de la ciudad. Por lo tanto, nos sería más fácil empezar de cero al igual que todos los estudiantes de allí.
 Fuimos a la parada de autobús el día 19 de enero. Eran las ocho de la mañana, Jack y yo llevábamos las mochilas y libros necesarios para asistir a nuestro primer día de instituto en Sea Haven. Yo estaba muy nerviosa y le pregunté a Jácker:
-       Jack, ¿no estás nervioso?
-       No, Beth. ¿Por qué iba a estarlo?
-       ¡No conocemos a nadie! ¿Cómo vamos a ponernos al día con medio año de retraso? –digo preocupada-.
-       No te preocupes Beth, todo saldrá bien. Si necesitas mi ayuda estaré a tu lado, solo tienes que pedírmela. –dice con su sonrisa protectora-.
-       Siempre no podrás estar a mi lado, tú tienes tus clases y conocerás a gente, harás amigos… -le digo-.
-       Elisabeth, sé que piensas que no estaré contigo, pero no es cierto. Aunque una persona a la que quieres mucho no esté contigo, en realidad no te abandona nunca. La llevas siempre dentro de ti, forma una parte de tu ser. Esa parte es la que te da fuerzas para ser como eres. –me explica con la mirada perdida, como si recitase una poesía, cosa poco común en él-.
-       ¿Y cómo es que tu sabes eso? –pregunto con curiosidad-.
-       Beth, cuando una persona se siente sola o pierde a alguien, después del tormento que sufre, encuentra su apoyo y descubre que a esa persona la lleva dentro de sí misma siempre y para siempre. –me explica Jácker-.
-       Entonces… ¿Tú me llevarás siempre dentro, al igual que yo a ti? – pregunto curiosidad-. Jack nunca hablaba así. ¡Si apenas hablaba con alguien!
-       Claro que sí, eso nunca lo dudes Beth. –me dice con una sonrisa-.
En ese momento llega el autobús y los dos subimos las escaleras con cuidado. Cuando entré me senté en un sitio libre y me puse a reflexionar en las palabras sabias que había aprendido aquel día.

2 comentarios:

  1. Gracias por visitar mi blog. Muy buen relato!! Te sigo.
    http://ahorraconmigo.blogspot.com.es

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