A las queridas escasas almas que andáis merodeando por mi blog:
Para abriros el apetito, os traigo una pequeña y breve historia antes no contada. Se encontraba deambulando por mi baúl, dentro de una vieja carpeta titulada:"Pequeños cuentos y sueños". Buscando y leyendo antiguos archivos de Word, encontré esta pequeña maravilla olvidada por mí. Este corto relato lo escribí hace ya un poco más de tres años. Es un escrito un tanto infantil, ya que es un cuento para niños pequeños. Su creación surgió a partir de un sueño que tuve hace años y me impactó. El día que escribí el original me encontraba frente a una maestra de literatura que me exigía que escribiera una redacción en el mismo examen que estaba realizando en ese momento. Sin pensar y sin dudar me vino a la cabeza esta curiosa historia.
Tiempo después, esta maestra, me dio la oportunidad de publicar el cuento en un libro pero finalmente no lo hice. Este escrito no es de mis favoritos, entre otras cosas porque el original lo escribí cuando tenía 12 años y el pequeño cuento ha cambiado mucho hasta llegar a como está finalmente. Por eso tomad esta historia como los entremeses de un menú, porque los mejores platos están todavía por llegar. Aunque ya podéis ir haciendo boca con estos tentempiés. Espero que os guste.
PD: Dejarme algún comentario sobre que os ha parecido.
Un Lugar De Ensueño
En mi memoria recuerdo haber soñado
con cosas de
fantasía y de pura magia.
Una de estas magníficas historias, nos traslada a una noche de verano.
A las doce
de la noche,
suenan las campanadas y un caballo blanco alado
con sus plumas finas y
suaves se asoma
a mi ventana.
Me
despierto, me levanto descalza y abro la ventana
sigilosamente. Mi instinto
de aventurera me dice
que suba a su lomo,
le susurro al oído
y él empieza
a volar ágilmente
como una pluma
y me lleva
a un lugar
desconocido, muy lejos
de mi casa,
un lugar que
la ciencia no puede
explicar. Un lugar
mágico, donde reina
la tranquilidad y el descanso. Un bosque lleno de
árboles y con un arroyo escondido entre los árboles.
El caballo
planea y aterriza
en ese lugar
y me hace
bajar. Yo admiro el paisaje
de cuentos de hadas,
me doy un paseo y
me pongo a
explorar. El caballito
alado bebe agua
del arroyo a
sorbos pequeños. Descanso sentada debajo de
un pino, pero
no tengo miedo
a nada.
Sé que está aquí.
Mi caballo protector está aquí, nadie
me puede
tocar, asustar o acercarse. Luego, me
levanto y lo acaricio, le doy una fruta
que cojo de
un manzano. El me mira, yo
le miro, y
se deja acariciar
con sus ojos
protectores. Entre nosotros surge un
vínculo
de amistad. Le doy una manzana
y se la come a mordiscos pequeños.
En el momento menos esperado,
una sombra se
ve entre los
árboles. El corazón
se me acelera.
Estaba segura que
había algo escondido
allí. El caballo
también lo nota.
Suelta un relincho. Doy un paso al
frente pero mi
amigo me lo impide poniéndose por delante
de mí. Le digo con
mis palabras que se aparte, pero él
se niega. Me
enfado con él y me escabullo por su lado derecho
y corro sin
prudencia hacia el
peligro. La curiosidad
me puede, me
meto entre los árboles y descubro que el peligro me muerde
como una serpiente.
Fijo la vista
en mi tobillo
y empiezo a ver borroso. Intento descubrir que es lo que me provoca
tanto dolor, y
veo borroso que un lobo me
muerde el tobillo. Pierdo el conocimiento
y cuando lo
recupero estoy debajo
de un pino
y veo que
mi caballo protector ha ahuyentado
a aquel animal.
Yo estoy bien
gracias a él y a las
aguas del arroyo,
que descubro que son
curativas. El caballo
me mira y yo le doy las
gracias.
Un
gran reloj invisible
empieza
a sonar, avisando que eran
las tres de
la mañana y
al día siguiente
tenía colegio. No podía
permanecer más tiempo
en el bosque. El caballito
me hace subir a
su lomo, y
decimos adiós al lugar.
De regreso a casa vamos volando tranquilamente por el camino. Y no sé qué pasa; no
recuerdo muy bien.
Pero me despierto al llegar
a la ventana
de mi habitación.
Y le digo
adiós al caballo
sin saber si
lo volveré a ver. Y el hermoso animal, se marcha
hacia el cielo
y yo me meto en
la cama.
Al momento
caigo en un sueño profundo
y me imagino otras aventuras que podrían
ocurrir con nuevo mi amigo.
FIN
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